A cualquiera que exponga sus ideas en redes sociales le ha pasado ver las opiniones que se forma de ti la gente a partir de un mísero tuit o un post, y no entender cómo llegan a esas conclusiones sobre quién eres y qué piensas. Basta un comentario para que se te apliquen etiquetas e ideologías en pack que no te encajan nada. El mismo día te levantas comunista y te acuestas neoliberal. El mismo tuit te convierte a la vez en feminazi y en machista.
La versión de mí en tu cabeza
La versión de mí en tu cabeza
La versión de mí en tu cabeza
A cualquiera que exponga sus ideas en redes sociales le ha pasado ver las opiniones que se forma de ti la gente a partir de un mísero tuit o un post, y no entender cómo llegan a esas conclusiones sobre quién eres y qué piensas. Basta un comentario para que se te apliquen etiquetas e ideologías en pack que no te encajan nada. El mismo día te levantas comunista y te acuestas neoliberal. El mismo tuit te convierte a la vez en feminazi y en machista.