La paradoja de la igualdad de género. A más igualdad, más diferencias entre hombres y mujeres.
Cuanto más igualitaria es una sociedad, mayor diferencia se observa entre hombres y mujeres a la hora de elegir carreras científicas. Pero hay más.
Una de las cosas más interesantes que se observan a la hora de analizar las preferencias entre hombres y mujeres es que cuanto mayor es el índice de igualdad de género en un país, más diferencias de género hay en las carreras que eligen estudiar hombres y mujeres.
Por ejemplo, en los países con menos igualdad, como Arabia Saudita, las mujeres son alrededor del 45% de los graduados en informática. En cambio, en países como Suecia son menos del 15%.
El Índice de desigualdad de Género de Naciones Unidas analiza la salud reproductiva, el empoderamiento y la participación en el mercado de trabajo, para capturar la pérdida de logros dentro de un país debido a la desigualdad de género. Los países mejor posicionados en este índice tienen en común un bajo porcentaje de mujeres en muchas carreras de STEM (Science, Technology, Engineering and Maths) alrededor del 20% en informática, por ejemplo, y mayoría de mujeres en otras disciplinas como Medicina, Derecho o Humanidades.
En cambio, las mujeres son mayoría en las carreras STEM en países situados en los puestos más bajos del índice de desigualdad. Por ejemplo, en Irán las mujeres son el 50% de todos los que se gradúan, pero casi el 70% de los graduados en ciencias.
Pero no es una cuestión de anécdotas.
Un estudio de 2018 encontró, analizando los resultados PISA de casi 500.000 personas a lo largo de 67 regiones del mundo, que, a medida que se incrementaba la igualdad de género de un país, disminuía la proporción de mujeres en carreras STEM. Un informe de la UNESCO de 2019 ratificó estos resultados, encontrando la misma tendencia de disminución de mujeres en carreras STEM a mayor igualdad.
¿Qué está pasando? ¿Por qué los países con más garantías de derechos y libertades para la mujer, son aquellos donde hay menos “igualdad” en carreras STEM?
Se suele decir que si hay menos mujeres en una carrera tecnológica es porque el patriarcado o los roles de género aprendidos les impiden formar parte de esa disciplina. Pero…¿estamos diciendo de verdad que en Europa hay MÁS machismo que en Arabia Saudita o en Malasia y por eso menos mujeres optan por carreras de informática?
Con algunas excepciones, los países donde hay más igualdad en carreras técnicas tienden a ser menos desarrollados económicamente. ¿Puede ser que la motivación económica en estos países sea muy importante a la hora de elegir campo para trabajar? En estos contextos, la elección de carrera no es algo que se haga en función de los estereotipos de género asociados, sino por criterios utilitaristas y de beneficio a largo plazo.
En países más igualitarios, las mujeres son mayoría en derecho, medicina, veterinaria, humanidades, biología…¿Es posible que la reducción de la presión social y de la necesidad económica haga aflorar las preferencias más innatas de mujeres y hombres? Esta hipótesis permitiría explicar por qué a mayor igualdad de género, disminuye el porcentaje de mujeres en los países en las mismas carreras. Si las mujeres tienen mayor igualdad, tienen más posibilidad de elegir por sí mismas acorde con sus preferencias.
Pero es que estas hipótesis solo explican las diferencias en profesiones, pero la paradoja de la igualdad no se queda aquí.
Estamos encontrando paradojas de la igualdad de género en otros aspectos.
Mayor ventaja de chicos en matemáticas y de chicas en lectura en países más igualitarios
Un análisis de unos 2,5 millones de adolescentes de 85 países a lo largo de 12 años (cinco oleadas (2006-2018) del PISA) confirmaron que el punto fuerte de las chicas suele ser la lectura, mientras que el de los chicos suelen ser las matemáticas o las ciencias.
Lo curioso es que el estudio también encontró que “la ventaja de los chicos en ciencias como fortaleza intraindividual fue mayor en los países con mayor igualdad de género, mientras que la ventaja de las chicas en lectura fue mayor en los países más ricos.”
Menor participación de las mujeres en ajedrez en países más igualitarios
Un estudio en 803.485 individuos en 160 países ha encontrado que las mujeres participan en el ajedrez. Sus análisis sugieren que la paradoja de la igualdad de género en el ajedrez se debe a la mayor participación de las jugadoras más jóvenes en los países con menos igualdad de género. Esta tendencia sucede en la mayoría de países.
Mayor religiosidad de las mujeres en países más igualitarios
Aunque las mujeres tienden a ser más religiosas que los hombres en la mayoría de los países, las religiones suelen favorecer a los hombres en detrimento de las mujeres. Dos estudios mundiales (en los que participaron 51 y 74 países) descubrieron que en los países con mayor igualdad de género, la religiosidad de los hombres (como la asistencia a servicios religiosos, la importancia de Dios en sus vidas y rezar con frecuencia) disminuía más que la de las mujeres. Esto se traduce en una mayor brecha entre hombres y mujeres en términos de religiosidad en los países con mayor igualdad de género.
Las mujeres lloran más en países más igualitarios
Las diferencias entre sexos en cuanto a frecuencia de lloro son mayores en los países con mayor igualdad de género.
«Un estudio de personas de 35 países descubrió que la diferencia entre la frecuencia con la que lloran hombres y mujeres puede ser más pronunciada en países que permiten una mayor libertad de expresión y recursos sociales, como Chile, Suecia y Estados Unidos.» Why we cry (APA)
En los últimos años han aparecido algunos estudios que dicen desacreditar la paradoja de la igualdad de género, así que otro día haré un análisis de estos argumentos, qué miden y cómo lo miden, y si la paradoja ha sido contestada.
Y ojo, la paradoja de la igualdad de género es solo una paradoja si pensamos que hombres y mujeres son iguales y que sus decisiones vitales serían iguales si les dejamos en libertad. En algún momento hay que reflexionar sobre si algo es una paradoja o es que partimos de ideas asumidas incorrectas.
Muy interesante. Esperando con interés la segunda parte prometida. Una cosa que siempre me sorprende cuando se habla de este tema es cómo se saca de las carreras STEM a la medicina, como si mo fuera científica o no fuera prestigiosa... Entiendo que son carreras también relacionadas con el cuidado, pero en concreto el médico siempre fue una figura prestigiosa de la sociedad, siempre fue un hombre, y ahora, creo, hay mayoría de mujeres en países desarrollados que tienen mayor igualdad de género. Me da la impresión de que - de alguna manera- la misma denominación STEM se realiza dentro de un marco quizás equivocado que elige en realidad las carreras que efectivamente hacen más hombres, en lugar de elegir las que son verdaderamente más científicas.
Muy interesante, Gemma.
Si jugamos a plantear hipótesis, me atrevería a decir que podemos plantear algunos axiomas que serán útiles para buscar causalidades:
- 1 La mayoría de las sociedades incluidas en el estudio donde la religión tiene un papel preponderante en la organización de la vida pública y la sociedad son fuertemente patriarcales.
2 En las sociedades patriarcales, el rol socialmente asignado a la mujer es de cuidadora y ama de casa. Se puede tolerar su actividad profesional, pero no se incentiva.
3 En estás sociedades, las mujeres que escogen carreras STEM o cualquier elección alejada del ideal de su sociedad, se enfrentarán a todo tipo de obstáculos, y aquellas que lo consigan tendrán encima un techo de cristal (o de ladrillos), muy claro, y esto es algo que saben antes de elegirlas. Y
A PESAR DE TODO LO ELIGEN.
Partiendo de estos axiomas, mi hipótesis es que es precisamente su dificultad y el rechazo social lo que les lleva a elegirlas. Sería el equivalente femenino del "sujétame el cubata" pero aplicado a objetivos complejos y que requieren un esfuerzo y sacrificio continuado, y no un acto puntual de valor o inconsciencia, algo más típico de los hombres.
Lo que habla mucho (y bien) de la naturaleza intrínseca de la mujer.