Victor Frankl: Los jóvenes necesitan retos
En esta entrevista de 1979, Viktor Frankl habla de los peligros psicológicos de la falta de desafíos en los más jóvenes, y de la falta de sentido de la vida.
Victor Frankl sobrevivió al Holocausto y escribió uno de los libros entre los que más personas han encontrado consuelo, motivación y esperanza. La clave de su mensaje es que el ser humano no ha de centrarse en perseguir la felicidad o el placer, sino en dar sentido a su sufrimiento y encontrar algo por lo que luchar, algo que dé sentido a la vida.
En esta entrevista de 1979, (fragmento que he transcrito a continuación), Frankl habla de los peligros psicológicos de la falta de desafíos en los más jóvenes, y de una sociedad que quiere proveer de todo menos de sentido.
Entrevistador: La mayoría de nosotros nunca hemos vivido la experiencia de un campo de concentración. Nunca hemos tenido que pasar por ese horror y esa tragedia, así que uno pensaría que hoy en día sería más fácil encontrarle un sentido a la vida y, sin embargo, tengo la sensación de que hoy es más difícil en cierto sentido que en años pasados. ¿Usted cree que es así?
Victor Frankl: Tiene toda la razón.
E: ¿Por qué sucede?
V. F.: Porque vivimos en una sociedad, ya sea en términos de una sociedad acomodada, o en términos de un estado de bienestar como el que vivimos en Austria. Este tipo de sociedades prácticamente existen para satisfacer y gratificar todas y cada una de las necesidades humanas excepto una necesidad, la más básica y fundamental que opera en el Hombre, la necesidad de sentido. Las sociedades de consumo incluso crean necesidades, pero la necesidad de sentido o, como suelo decir, "el camino hacia el sentido", sigue sin satisfacerse.
Es lo que suelo llamar recientemente el grito inaudible de sentido. Apenas encontrarán alguna referencia a lo que es la preocupación básica más fundamental del Hombre. No el Placer, ni la Felicidad, ni el Poder, ni el Prestigio, sino, originalmente y en el fondo, su deseo, su anhelo de encontrar y realizar un sentido en su vida en cada una de las situaciones vitales a las que se enfrenta. Y si hay un sentido que cumplir, si se es consciente, si se llega a conocer ese sentido, entonces uno está dispuesto a sufrir, está dispuesto a ofrecer sacrificios, está dispuesto a sufrir tensiones, estrés, etc., sin que su salud sufra ningún daño. Pero si no hay un significado en su horizonte se quita la vida.
¿Puede imaginar una situación para un ser humano que esté más llena de estrés que Auschwitz? ¡Prácticamente toda la sintomatología neurótica desapareció! El nivel de suicidio en Auschwitz y Dachau fue sorprendentemente bajo. Por otro lado, en el estado de bienestar de Austria, un profesor me mostró una lista de preguntas que sus alumnos podían hacerle. ¿Y sabe qué era lo que encabezaba la lista en cuanto a la frecuencia de las preguntas? ¡El suicidio! ¡Jóvenes de 14 a 15 años en un estado de bienestar como Austria! ¡Suicidio!
Prácticamente no hay estrés o tensión porque están consentidos. Nadie se permite desafiarlos, pero lo que los jóvenes necesitan son ideales y retos, tareas personales y ver ejemplos personales. Pero no el ejemplo de las personas cobardes que no se atreven a enfrentarlos con nada porque podrían enfadarse si se los desafiara. Ni los padres ni los profesores de la escuela son lo suficientemente valientes como para desafiarlos. “No despierten tensiones, no creen tensiones y no los estresen”.
La gente no está sobreexigida hoy en día, está infraexigida.