Febrero ha sido el mes de los libros de pocas páginas que te dan lecciones de vida.
El primero ha sido “Cómo vivir una vida plena” de Sonia Blasco. A Sonia la conocí hace unos meses, nos pusimos a hablar de todo y acabamos intercambiándonos libros. Gracias a ella descubrí a Wendell Berry y su Fuego del fin del mundo. Cuando me dijo que había escrito un libro y se lo había autoeditado ella misma me pareció increíble y corrí a por una copia.
La premisa es sencilla, es un libro que te da la receta para una vida plena, que no es una vida de felicidad, sino de claridad y paz mental. A caballo entre un libro de autoayuda (en el buen sentido) y unas meditaciones estoicas, es un libro corto, cortísimo, y aunque es denso en ideas a la vez consigue ser sencillo. No es que diga nada nuevo o revolucionario, pero sintetiza muy bien el pensamiento y lo pone todo muy ordenado.
Es de esos libros que condensa mucha filosofía en pocas palabras, de manera práctica, que bebe del estoicismo pero sin caer en la exageración y el desligarse de las emociones, y sobre todo, por fin, es filosofía escrita por una mujer que tiene trabajo e hijos. De un tiempo a esta parte los libros de señores que te dicen que te vayas a una cabaña en la montaña o que delegues todas tus tareas en otros empiezan a parecerme bastante alejados de la realidad.
Pros: Se lee en una tarde, aunque es de esos libros de tener en la mesita de noche y consultar a menudo y que se benefician de una lectura más pausada porque da mucha información vestida de sencillez. Es accionable y no se queda en un puro estoicismo aséptico ni da consejos irreales o ignorantes de su privilegio. Y es el primer libro de este estilo que leo con autora mujer, y el cambio de tono y de perspectiva se nota y me gusta. Me sabe mal caer en el topicazo de que es un soplo de aire fresco pero es que lo ha sido.
Contras: Una pega que le pongo es que en un capítulo habla de los tipos de personalidad del eneagrama como herramienta para conocerse a uno mismo, herramienta que no tiene evidencia y que para mí no sé si sirve para su propósito. En esto yo habría utilizado el Big 5, que tiene evidencia y me parece mucho más interesante. Y no es un contra, pero es un libro mucho más emocional que los libros de estoicismo habituales, por lo que a los que les dan alergia las emociones quizás lo encuentren sensiblero.
Hell Yeah or No de Derek Sivers es un libro que también se lee en una tarde, si se quiere, pero es mejor leerlo a trocitos y con tiempo, porque igual que me ha pasado con el anterior, condensa muchísima información en frases breves e ideas muy sencillas. A ratos es brillante, a ratos Capitán Obvio, supongo que dependiendo de si el consejo o el modelo mental de cada capítulo es algo nuevo o algo que ya conoces. Me ha hecho ilusión coincidir con el autor en cosas que ya he escrito antes sin haberle leído nunca y me da una cierta vergüenza haberlo descubiero tan tarde, porque creo que es de esos autores que cuanto más pronto en la vida conoces, mejor te va.
Esto es lo que el autor dice de su intención detrás de este libro:
Pensé mucho en lo que merece la pena hacer, en corregir los errores de pensamiento y en hacer que las cosas sucedan. Durante los diez años siguientes, escribí durante horas al día en mi diario personal, haciéndome preguntas y respondiéndolas. Cuando estos pensamientos parecían útiles para otros, los convertía en artículos, que ahora son los capítulos de este libro.
El caso es que me resulta muy difícil resumir este libro porque es tan denso en ideas que hay que leerlo todo. Dicen por ahí que esos son los mejores libros, y creo que tienen razón. Es un libro brújula para ayudarte a tomar decisiones, que te da consejos prácticos y enfoques interesantes. Enfoques con los que en general he estado muy de acuerdo a lo largo del libro, ya sea porque había llegado a las mismas conclusiones que él y me he sentido validada, o porque me han hecho ver un problema de manera nueva y me lo han simplificado.
Pros: Fácil de leer, interesante, práctico y accionable, denso en información. De los de tener en la mesita de noche y consultar antes de tomar una decisión o ante un bloqueo vital.
Contras: No le veo ninguno, la verdad. Quizás puede ser un poco demasiado asertivo a la hora de defender sus ideas, supongo que producto de haberlas pensado mucho y durante muchos años, pero no me ha resultado pretencioso ni arrogante, solo directo.
El arte de llevar la contraria es un libro sobre cómo articular las ideas más disidentes de manera que sean mejor recibidas en sociedad. La premisa es fantástica, el desarrollo razonado y aplicable, con resúmenes al final de cada capítulo, ideas básicas destacadas y ejercicios para reflexionar. Me ha hecho pensar, que es de las cosas que más pido a un libro, y me ha ayudado a revisar mi manera de comunicar. Me voy a imprimir el resumen para tenerlo siempre a mano y utilizarlo como un checklist antes de arriesgarme a hablar de algunos temas que más me gustan, (que suelen ser polémicos, a quién vamos a engañar).
Lo que me ha gustado menos del libro, pero que no es tan relevante es que en la primera página se posiciona ideológicamente, diciendo que lo que el mundo necesita es "progresistas* dispuestos a romper las normas menos útiles en aras del progreso”.
Esta declaración de intenciones tiene dos problemas para mí. Por un lado la idea de que las normas menos útiles han de eliminarse para progresar es discutible (Taleb tendría bastante que decir sobre esto**) y por otra da la idea de que este libro solo sirve para progresistas. No es así. Un libro de herramientas comunicativas es como cualquier arma, dispara en las dos direcciones, que diría Salvor Hardin, y las personas de cualquier punto del espectro político deberían poder beneficiarse de ellas si son objetivamente interesantes.
Creo que lo son.
Además, hay muchas ideas progresistas hegemónicas en la sociedad, y hay una posibilidad bastante alta de que el subversivo no sea una persona de izquierdas.
Pros: Ameno de leer, muy aplicable, razonable número de referencias, y en general basado en evidencia, aunque algunas cosas matizables.
Contras: Además del posicionamiento ideológico que quita la neutralidad que me suele gustar más, es un libro que podría ser un par de posts largos en un blog. Cada capítulo desarrolla tres puntos claves y este desarrollo es interesante, pero la parte práctica sola podría ser suficiente.
*La traducción tiene algunos problemas como traducir "liberals" por "liberales" cuando sería más bien "progresistas", en contraposición a "conservadores".
**La idea de que las normas menos útiles tienen que eliminarse de manera activa es discutible si estas normas tienen una función que las hace útiles y que el espectador desconoce. A grandes rasgos el llamado "efecto Lindy", que ha popularizado Taleb dice que las normas que quedan en una sociedad son las supervivientes de la criba, y por lo tanto, cuanto más antiguas sean más posible es que tengan una utilidad. Y tocar cosas útiles pensando que no lo son puede causar muchos problemas si no se hace con cuidado y sin entender para qué sirven. El progreso por el progreso no siempre es beneficioso para la sociedad.
Libros de Febrero 2023
Cuando te digo que eres influ-pero-bien es por algo...
¡Me apunto el segundo!
Están muy bien estos posts con breves reseñas.