Las ventajas del extremismo
Hemos oído mucho sobre los inconvenientes del extremismo, pero ¿qué hay de sus ventajas?
Una mujer feminista, molesta con mi opinión crítica sobre la ley de “Solo sí es sí”, me respondió hace unos días insinuando su deseo de que me violaran. Este fragmento de John Cleese dice todo lo que me gustaría comentar al respecto:
Hablemos en serio. Últimamente se habla mucho de extremismo. Que hay un ambiente más desagradable en todo el mundo, más maltrato y actitudes macarras, menos amabilidad, tolerancia y respeto hacia los adversarios... De acuerdo, ¡pero de lo que nunca hablamos del extremismo es de sus ventajas! La mayor ventaja del extremismo es que te hace sentir bien porque te proporciona enemigos.
Permíteme que me explique.
Lo bueno de tener enemigos es que puedes fingir que toda la maldad del mundo entero está en tus enemigos, y toda la bondad del mundo entero reside en ti. Suena bien, ¿no? Así que, si ya tienes mucha ira y resentimiento dentro y, por lo tanto, disfrutas maltratando a la gente, ¡puedes fingir que sólo lo haces porque esos enemigos tuyos son muy malas personas! Y que, si no fuera por ellos, en realidad serías amable, cortés y racional todo el tiempo.
Así que, si quieres sentirte bien hazte extremista.
Bien. Ahora tienes que elegir. Si te unes a la extrema izquierda te darán su lista de enemigos autorizados Casi cualquier tipo de figuras de autoridad, especialmente la policía, la City, los americanos, los jueces, las corporaciones multinacionales, las escuelas públicas, varios dueños de periódicos, cazadores de zorros, generales, traidores de clase y por supuesto, moderados.
O si prefieres ser un extremista de la extrema derecha, no hay problema. Sigues teniendo una bonita lista de enemigos, solo que son diferentes. Minorías ruidosas, sindicatos, Rusia, bichos raros, manifestantes, gente con paguita, clérigos entrometidos, pacifistas, la BBC, huelguistas, trabajadores sociales, comunistas y, por supuesto, moderados.
Una vez que te armas con una de estas superlistas de enemigos puedes ser tan desagradable como quieras y, sin embargo, sentir que tus comportamientos están moralmente justificados. Así, puedes pavonearte maltratando a la gente y diciéndoles que te los comerías para desayunar, y al mismo tiempo pensar que eres un campeón de la verdad, un luchador por el bien.